Nuestros cuentos de inspiración Montessori
Montessori… todo el mundo habla de Montessori. Esta pedagogía centenaria, avalada por los más recientes estudios científicos, está sin duda cada vez más presente, tanto en las escuelas como en casa.
Entre sus muchos planteamientos pedagógicos, uno de los que más llaman la atención es aquel relacionado con la fantasía y la realidad. En palabras de la propia Maria Montessori:
¿Cómo puede desarrollarse la imaginación de los niños a través de lo que es, contrariamente, el fruto de nuestra imaginación? Somos nosotros los que imaginamos, no ellos; ellos creen, no imaginan. La credulidad es, ciertamente, una característica de una mente inmadura, la que carece de experiencia y conocimiento de la realidad y está todavía desprovista de esa inteligencia que distingue lo verdadero de lo falso, lo bello de lo feo y lo posible de lo imposible. ¿Es entonces la credulidad lo que deseamos desarrollar en nuestros niños simplemente porque ellos demuestran ser crédulos a una edad cuando son naturalmente ignorantes e inmaduros? El niño pequeño no puede distinguir bien entre lo real y lo imaginario, entre las cosas que son posibles y las cosas que son meramente inventos.
(Maria Montessori, El método avanzado Montessori)
Por ello, la propuesta de Montessori es eliminar los componentes fantásticos hasta la edad de seis años, tiempo en el que el niño comienza a ser capaz de identificar ambos conceptos y diferenciarlos. A partir de ahí, el niño podrá utilizar la fantasía e imaginar por sí mismo.
Según Montessori, en las etapas previas a este desarrollo, no hay nada más fantástico para el niño que la propia realidad. Y es por ello que la pedagogía Montessori propone una literatura que se nutra de estos elementos, un tipo de literatura, por cierto, mucho menos habitual en el mercado.
De todos modos este enfoque Montessori es, creemos, perfectamente compatible con otra. Es decir, en una biblioteca infantil tiene que haber de todo (de todo aquello en lo que uno cree). Y si bien es cierto que la balanza está en el lado de los libros cargados de fantasía y con animales que hablan y se comportan como personas, no hay por qué desterrar estos últimos de las librerías. Lo antropomorfización de los animales y plantas en cuentos y películas es muy beneficiosa también, porque como señala Katia Hueso en Somos naturaleza: “los niños no tienen conciencia de sí mismos como una entidad separada de los demás, y sienten una profunda conexión con otros seres vivos”.
Pero si queréis incorporar a la biblioteca de casa más libros de inspiración Montessori, aquí van algunas sugerencias:
-Un día perfecto: ni más, ni menos. Un relato idílico a través de un día perfecto de verano, en el que tres niños tendrán tiempo de hacer muchas, muchísimas cosas… desayunar al sol de la mañana, correr por el campo o volar cometas. ¿Quién no quiere soñar con un día así?
-Ana y Valentina: de la misma pareja de autor-ilustradora, otra nueva historia en la que las protagonistas son dos niñas y un viaje en tren. Este trayecto estará lleno de buenos momentos, pero también de peleas y de momentos aburridos. ¿Podrá el viaje superar este bache? Una preciosa historia de amistad.
-Espera: Prisas. Siempre vamos con prisas. Esta historia nos enseña que a veces es necesario detenerse para darnos cuenta de lo que en realidad importa.
-Gente: un clásico actualizado de Peter Spier, que permitirá al niño descubrir la riqueza del mundo y sus culturas. No hay dos seres humanos iguales, así que divirtámonos descubriendo la variedad.
¿Qué os parecen las propuestas de Montessori? ¿Creéis que es positivo aportar realidad a los cuentos de los niños?