Algunas ideas para celebrar el Día del Padre
Hay mucha gente a la que no le gusta que existan estas fechas señaladas para homenajear a las mujeres, a los padres, a las madres, a los maestros...
Hay mucha gente a la que no le gusta que existan estas fechas señaladas para homenajear a las mujeres, a los padres, a las madres, a los maestros… Que cada día del año deberíamos homenajearlos, dicen. Es verdad, pero también es cierto que si dedicamos un día en especial para celebrar algo fuera de lo habitual, tenemos la oportunidad de pensar un poco más en la persona agasajada y poder cuidarla por ello un poquito más. ¿A quién no le gusta que lo feliciten para su cumpleaños?
Así que nosotros queremos contribuir a hacer el próximo sábado un día especial, para los padres, sí, pero también para los niños, para que ellos vayan aprendiendo que todas las personas necesitan mimos y cuidados, incluso los adultos. Sobre todo en estos tiempos de hiperpaternidad, que los niños están tan acostumbrados a ser el centro de la casa que se sorprenden cuando un regalo no es para ellos. Por eso hay que aprovechar estas celebraciones para que a través de sencillos gestos los niños se ejerciten en el arte de cuidar a los demás, de sorprenderlos con regalo que les haga ilusión, de dedicarles más tiempo, de pensar en las personas que nos rodean, vaya.
En muchas familias, los regalos de Navidad o Reyes van desapareciendo del ritual anual, hasta que llegan los niños, y entonces deciden que si los niños reciben regalos, pues lo lógico es que también los reciban los adultos, aunque más no sea para mantener la ilusión de Papá Noel en los más pequeños, que no entenderían por qué mamá, papá o la abuela se quedan sin regalo si ellos se han portado bien.
Así que aquí van nuestras sugerencias para celebrar este nuevo Día del Padre: Lo primero es comenzar el día con un buen desayuno. Y qué mejor -siendo sábado- ¡que un desayuno en la cama!
Y a seguir el día con el juego preferido entre padres y niños: las cosquillas. Hay numerosos estudios que demuestran el efecto positivo de las cosquillas en la salud, y por supuesto también en el nivel emocional. El solo hecho de compartir un momento con papá sin otro objetivo que el de pasarlo bien, genera una descarga de confianza y seguridad emocional en el niño, que valdría la pena ejercitarla cinco minutos al día.
Y hablando de los beneficios del contacto físico entre padres e hijos, qué os vamos a contar del efecto de los abrazos y los besos. Hasta cierta edad –y en algunos no hay límite alguno de edad– los niños están siempre dispuestos a ser abrazados y besados. Pero, ¿y los padres? ¿Hay alguna sensación mejor que la que se siente al recibir un abrazo espontáneo de un hijo? Con este vale, triunfaréis:
Y para acabar el día tan bien como ha empezado, hay algo innegociable: esta noche el cuento lo lee papá. El ritual del cuento antes de dormir –ritual, que no rutina, como bien lo explica Catherine L’Ecuyer en Educar en el asombro– debería incluirse entre los Derechos del Niño; aunque, afortunadamente, nunca hará falta, porque ningún niño y ningún padre desaprovecharán ese momento único de intimidad, calma, generosidad y magia que se produce cuando se lee un cuento a un hijo. Esperamos que con estas ideas y estos vales descargables tengáis un Día del Padre inolvidable. Vamos, si hasta esperaréis que llegue rápido el Día de la Madre.
