Cómo ayudar a tus hijos a ser mejor persona
La lectura de libros desde temprana edad ayuda a los niños a desarrollar mejores capacidades sociales.
Dicen que aquel que lee vive muchas más vidas que alguien que no lo hace. Aunque parezca un cliché, lo cierto es que el lector de verdad, el que entra en las historias, las comprende, se pone en el papel de hombres y mujeres, sufre y aprende con los errores ajenos, no sólo se enriquece a sí mismo, sino que se transforma en mejor persona.
Aunque la importancia de la lectura para el desarrollo intelectual de un niño es crucial, la exposición a cualquier tipo de narración hace que los niños desarrollen mejores relaciones sociales en el futuro.
Tras un estudio publicado en ScienceDirect.com en el que participaron niños de entre 4 y 6 años, se concluye que la lectura de narraciones de ficción hace que los más pequeños conozcan realidades de su entorno social, que reconozcan comportamientos y los aprendan, lo que les lleva a ser lectores en la vida real: agudizan su empatía, les hace capaces de reconocer situaciones y patrones en las personas con las que conviven, les convierte en más sensibles a los deseos, sueños y miedos de los demás.
La lectura de historias hace a los niños más sabios, adaptables y comprensivos. Leer los moldea y añade nuevos aspectos a su carácter, puesto que cada triunfo, cambio y lección que vive el protagonista, también les pertenece. La habilidad de conectar con un personaje que no conocen los hace más sensitivos con la gente de su alrededor.
Está demostrado que si los más pequeños de casa leen, no sólo aprenderán muchísimas más palabras que tratando de enseñárselas directamente, sino que serán individuos más sensibles, amables, comprensivos y cariñosos, es decir, serán mejores personas (y, encima, descubrirán el placer de la lectura y desarrollarán sus habilidades cognitivas… ¡todo son ventajas!).
Así pues… ¿Qué cuento vais a leer hoy? Cuanto antes empecéis la aventura literaria, ¡mejor!